En la mitología griega, los pájaros del Estinfalo eran unas aves que tenían picos, alas
y garras de bronce y cuyos excrementos venenosos
arruinaban los cultivos y también eran carnívoras. Poblaban la región y el
bosque alrededor del lago Estinfalo. Euristeo comandó entonces a Heracles que acabase con la amenaza de dichas
aves, como parte de Los doce trabajos de Heracles, ya que en
ocasiones atacaban al ganado o a la población. Heracles se dirigió al
Estínfalo, y ahí se encontró desolado pues la misión era especialmente difícil
de completar: las aves eran demasiadas para sus flechas y su legendaria fuerza
no le servía de nada.
Entonces apareció Atenea y le socorrió dándole un cascabel (o
una campana) de bronce y le mandó a que lo tocara desde una colina elevada, al
hacerlo las aves asustadas emprendieron vuelo y nunca más se las volvió a ver
en el bosque y el lago. Muchas de ellas fueron derribadas por las flechas de Heracles y las que consiguieron escapar huyeron
hacia la isla de Ares, en el Mar Negro, donde fueron encontradas años después
por los Argonautas.1
Cuando Heracles volvió con Euristeo,
éste se hallaba en su refugio debido a que varios de los pájaros de bronce
volaban alrededor de su palacio.
Al ver esto, Heracles sonó su cascabel y los pájaros se alejaron de ahí.
Original
Calcar el original en papel kraf o continuo con ayuda de una mesa de luces para calcarlo por las dos caras
Se añade el cemento pegolan flex con malla metálica que le de fuerza
Se le da la vuelta tras 5 días de secado, se humedece el papel continuo y se tira de él, y se limpian las impurezas con un cepillo de hilo de cobre o bien con nanas (el estropajo tipo metálico).
Reproducción
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